A lo que iba, que el sitio elegido fue el Vegaviana, lugar que ya conocemos de otras veces. En anteriores ocasiones optamos por la fórmula de un plato para 2 con un poco de todo. Esta vez, pedimos a la carta: ensalada deliciosa, crema de espinacas con piñones y manzana, y ratatouille con cous-couse. De postre, mousse de queso de cabra con frambuesa. Todo, incluido el pan, por 4000 de las antiguas pesetas. De esta experiencia sacamos dos conclusiones:
- La manzana es cara, y si no, nos costó encontrarla en la ensalada y la crema de espinacas, que supuestamente la llevaban como parte de sus ingredientes
- El truco de la comida vegetariana es echar pasas, y éstas son baratas. Todos y cada uno de los platos estaban generosamente cubiertos de pasas...