Como supongo que no podreis dormir sin saber en qué estado está mi cocina, pues os doy el parte a fecha de hoy: después de los ataques intensivos por parte de los botes de insecticida, apenas algunas pocas hormigas osaron a salir de su escondite, ante lo cual, se pasó al plan B: comida-trampa que las hormigas recogen y llevan al hormiguero, de forma que fácilmente ellas solitas meten el veneno en su guarida. Ahora habrá que ver si la práctica es tan buena como la teoría.
Y cambiando de tema, pregunta dirigida a Conectada: ¿a qué no sabes quién se nos acaba de emparejar?
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