
Damos fe: hacía un frío que ponía los pelos de punta

Hasta las farolas tenían su propia bufanda.

El barrio donde estaba el hotel era muy tranquilo.

Si vas a usar el metro, mejor llévate monedas. Por cierto, la parte gris es un rodillo que sirve para seleccionar los distintos títulos de transporte en los menús. Sólo dos botones: aceptar y cancelar. Curioso inferface.

Para curioso los neumáticos que utilizan los vagones de metro: sí, sí, neumáticos.

Una ciudad en la que te puedes encontrar conejos imprudentes que se exponen a magulladuras...

... peligrosos Tiburones ...

... marcianos...



... extrañas formas de expresión artística urbana ...


... hombrecillos contando su vida por las paredes ...

... y hasta al primo de El Gato Volador, El Gato Volador, El Gato Volador.


Era difícil marcharse de esta ciudad: una salida a 3 metros de altura, otra con cadenas...

Y si aún no te has coscado de dónde hemos estado, esta es la última pista: léete el Código Da Vinci y sabrás qué parte de San Sulpicio es esto.
0 comentarios:
Publicar un comentario