Aún estoy un poco impactada por los dos acontecimientos que he vivido esta tarde/noche. Y lo peor es que encima, me tengo que sentir afortunada. Probablemente sean dos de los actos delictivos más comunes hoy en día y sólo cuándo los vives realmente empiezas a darte cuenta de lo que supone.
El primero, bueno, la verdad es que tampoco ha sido para tanto. Iba en el metro 'volando', en la línea 6 atestada de gente, y pensando yo en mis cosas mientras leía un periódico, he descuidado mi bolso con el monedero, las llaves de casa y dos móviles. Al tío (mejor dicho chavalín de media hostia que no debía llegar a los 20 tacos), que lo peor de todo es que le he visto la cara porque me ha molestado su aliento a alcohol, afortunadamente sólo le ha dado tiempo a llevarse uno de los móviles [dado que he sentido un movimiento raro (ilusa de mi, he pensado que estaba llegando un mensaje y luego he dicho, no puede ser porque vamos en el metro, pero no se me ha ocurrido pensar que me estaban robado) pero que he tenido un acto reflejo y me he debido apartar], el que tengo (tenía) medio cascado porque le fallan(ban) las teclas 1, 4, 7 y rechazar. Además, sólo tenía 4 euros de saldo, pero incluso me ha dado tiempo a llamar a la operadora y bloquear la línea. Así que se puede comer el móvil con patatas. Afortunadamente, hace dos semanas me dió por pasar a una hoja Excel todos los móviles que tenía apuntados en la agenda (y eso hubiera sido lo que más me habría dolido). A Conectada le hubiera venido bien la batería como recambio de urgencia, ya que tenemos el mismo móvil, pero bueno, también fallaba bastante.
Y lo segundo (y espero que por hoy y por una larga temporada sea lo último de este estilo), ha sido algo que no sé cómo calificar. No podría calificarlo de intento de violación, pero venía yo andando hacia casa (por una calle bastante ancha, aunque a estas horas no haya ya gente) y de repente he notado como que alguien se me acercaba por detrás. He agarrado el bolso (dado el precedente) y de repente he notado como una mano se me metía por entre el culo y me pellizcaba en mi zona más íntima. Era en una esquina, y afortunadamente el tío a echado a correr por la calle perpendicular, cosa que yo no he hecho (ni tan si quiera he sido capaz de gritar). Me he quedado bastante paralizada, y he seguido andando. Luego me he vuelto, y he visto que volvía y he salido corriendo hacia mi casa, confirmando en cada paso que el tío no me seguía. El corazón me ha dado un vuelco que todavía no ha recobrado su funcionamiento, y las piernas aún me tiemblan. De hecho, me he venido a postear porque me veo incapaz de dormir ahora y he pensado que me podría venir bien exteriorizarlo para poder olvidarlo lo antes posible. La verdad es que no entiendo cuáles eran sus intenciones porque, vamos, tocarme el culo es un poco infantil. Pero mucho mejor que haya sido así. No quiero ni pensar lo que hubiera sido otra cosa. En cuanto he sentido la mano ahí mismo en el culo, estaba esperando que la otra me hubiera cogido del cuello y me hubiera puesto una navaja o algo. Y veo que sale corriendo.
Mi ángel de la guarda se ha portado hoy. Y volvemos a lo de siempre: 1) nos pasamos la vida preocupándonos por cosas que nos son importantes, y 2) nunca creo que sea capaz de entender por qué hay gente que se dedica a hacer daño a los demás de forma consciente.
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