Iba a escribir un post, cortito, que llevo varios días con él en la cabeza, para quejarme de mi vecina guarra (si seguís un poco el blog, cosa que no os recomiendo) es la misma vecina que la oí llamarme 'rara'. Bueno, pues mi deseo para con ese personaje es que a ver si llega el verano y recoge ya la p... alfombra o lo que sea y deja de llenarme el poyete de la ventana de mierda, porque digo yo, que si no conoce la escoba y el recogedor, y la aspiradora, y tiene que sacudirlo todo por la ventana.
La verdad es que de esto no voy a quejarme, lo tengo como asumido y ya está. He decidio cambiar el contenido de mi post para tratar de describir lo que siento ahora mismo. No ahora mismo después de haber visto HC ;), que a ver si Conectada se me asusta y piensa que también quiero tener un niño, sino en general, sobre lo difícil que es la vida (o mejor dicho, sobre lo difícil que tratamos de hacerla). No creo que haya tendido que ver mucho la llamada de ayer de mi abuela (por cierto, cariño, que esta noche la he llamado yo). Llevo ya un tiempo dandome cuenta de que siempre tengo un come come, algún problema que me da vueltas, y cuándo por fin consigo resolverlo, al instante surge otro. Unos son de mayor o menor envergadura, pero al fin y al cabo, ahí están consumiendo recursos de mi procesador (¿ha sonado muy friki, verdad?) Por ejemplo, en el último año, que si el contrato, que si la devolución de hacienda, que si decorar la casa (que conste que Ikea ayuda, aunque soy de la opinión que la fortaleza de una relación tiene que estar a prueba de una visita al Ikea), que si el curso, que si el cambio de titular de la luz, que si la obra de la cocina, que si el cerrajero, que si los muebles, que si los electrodomésticos, que si el frigorífico, ... y seguro que se me olvidan muchos. Cuando ya se resuelve uno, me pregunto, ¿cuál será el siguiente? Ahora ha sido la nevera. Después de diversas visitas a tiendas de electródomesticos encontré el gran chollo, una nevera de marca en un centro comercial, clase A que estaba a un precio muy competitivo. Problema: que estaba descatalogada, pero eso da igual. La compré, retrasé que me la sirivieran porque tenía la casa que parecía una trinchera con todos los sacos de tierra para la reforma de la cocina y era imposible llegar al salón para que se llevaran la vieja, y por fin antes de irnos a la granja escuela, la trajeron, la preparamos y la dejamos lista y funcionando. Pero al volver, y ver un poco su comportamiento, me dió la impresión que estaba defectuosa. No creo que sea normal que a la semana tenga una capa, aunque sea mínima, de escarcha en el congelador, y que en la pared trasera no deje de haber gotas, unas veces líquidas y otras sólidas. He llamado al servicio técnico, y lo de las gotas puede ser hasta cierto punto normal, pero lo del congelador no. La solución parece fácil, puesto que es un gran almacén, que me la cambien por otra y ya está (la verdad, es que agradezco haberla comprado en una gran superficie, porque si hubiera sido en una tiendezuca me la como con patatas). Sí, claro, eso pensaba yo, salvo por el pequeño detalle de que al estar descatalogada se han acabado ya todas las unidades que tenían, y no van a traer más. Eso sí, me devuelven el dinero. Y ahí tengo yo el dilema. ¿Ahora qué hago? La compré antes de que pusieran el impuesto de reciclaje, con lo cuál, ahora mismo, la broma me va a salir por 22 euros más, como mínimo. En otro centro comercial, tienen la misma nevera descatalogada pero 5o euros más cara. La verdad es que la nevera cumplía los requisitos que quería, y dices, pues mira, ya que estás, 50 euros más tampoco es tanto. Pero claro, ahí me entran la duda. ¿Y si le vuelve a pasar lo mismo? ¿Y he devuelto la otra y todo el follón para nada? ¿Y si me espero y me compro el nuevo modelo? Pero a este paso, me acerco a los 500 euros por una nevera (y yo la había comprado por poco más de 300, que ya está bien). Y lo malo es que hasta que no tenga la nevera no me pueden montar los muebles, así que ahora tendré otra vez que mirar por las tiendas y decidir cuál comprar. También podría venir el servicio técnico y ver qué le pasa, pero una nevera así no me da la suficiente confianza. Pero también estoy ya un poco cansada de tanta tienda y tanta compra, y Conectada ni os cuento.
Siento el rollo, sedme buenos y hasta la próxima. Si alguien tiene sugerencias ... pero supongo que pasaré de la clase A y me compraré una B, y santas pascuas.
1 comentarios:
Aunque me coarta un poco el hecho de tener a La Guerrera en la camita esperándome, no puedo acostarme sin dejar un comentario a su megapost. Simplemente, ¡TEKILA!
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