Diseńo Industrial

Me encanta la editorial alemana Taschen. Tengo un par de libros suyos muy interesantes, bien maquetados, muy correctamente editados y de precio asequible. Ojalá pudiera hacerme con muchos más de ellos, pero no tengo espacio físico en la estantería, je.

En mi reciente viaje por el país germánico, en la librería del Museo Ludwig de Colonia, encontré un ejemplar de segunda mano de uno de los libros que tení­a en mi 'Lista de Deseos' de Amazon. En la tienda on-line un ejemplar en las mismas condiciones me saldrĂ­a por unos 25 dólares sin gastos de envío, que como suelen ser desde EE.UU., casi se paga más por lo segundo que por lo primero. En esta tienda me salía a 10 eurillos. El hecho de que pesara bastante me hizo dudar un rato, ya que estaba un poco machacada de tanto cargar con la mochila de un lado a otro. Pero bueno, que al fin y al cabo, con todas las latas de atún que nos habíamos ventilado, ya cabía perfectamente.

Industrial Design A-Z
Es interesante ver cómo los objetos que utilizamos cotidianamente también pueden llegarse a constituir obras de arte a su manera. Con la Revolución Industrial y todos haciendo exactamente el mismo producto, se vió la necesidad de diferenciarse de la competencia. Una de esas diferencias vino a través del diseño. Otras pueden enmarcarse en los valores subjetivos asociados a la marca que lo produce-distribuye. Las modas se aceleraron con el objetivo de que lo nuevo se diferenciara en la percepción del comprador. Y el ritmo crece aún hoy sin parar.

Recomiendo intensamente el libro. Quizás sea un tostón leerse un tocho escrito de forma enciclopédica, pero resulta gratificante aprender y apreciar la realidad desde un punto de vista más crítico en cuanto a diseĂąo industrial. Automóviles, neveras, muebles, etc. Todo. Y lo más interesante es que ese bagaje intelectual que se recoge en el libro se puede aplicar perfectamente al diseĂąo web. Sólo ver cómo se ha desarrollado desde 1995 (mi primer contacto) hasta hoy, es impresionante. Y lo que queda por venir. Por así decirlo, la "revolución industrial de las redes" acaba de empezar.

PD. Recordarme a mí misma que otro día se me vaya la pinza con la Bauhaus.

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