ESTACIONES
El verano dispersa y adormece.
Son demasiado
largos los días y todo es excesivo
e incita a la pereza.
Con el otoño y el invierno recobraremos
la intimidad perdida.
Otra vez el silencio
discretamente puntuará conversaciones:
leeremos, escribiremos, haremos proyectos,
y yo te veré en un lugar de privilegio
en todas las miradas.
INFINITAMENTE CLARA
Infinitamente clara,
tu lejanía no me inquieta,
porque tu muerte se me ha vuelto,
poco a poco, en práctica de vida.
Todo viene al lugar donde ahora te pienso
y el contrapunto de tu silencio pone
el acento preciso al azul de esta tarde
que al borde de mis dedos, muy lenta, se deshoja.
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